Los espejos iluminan y agrandan la estancia que ocupan.
A veces, con el paso de los años, su acabado estético puede haber quedado anticuado, pero su estructura y formas seguir siendo maravillosas.
Un simple cambio de color hará que la pieza parezca otra. Como este antiguo espejo al que dimos un aire más actual y desenfadado. Utilizamos el turquesa y dorado para dar colorido a esta pieza clásica y convertirla en un espejo alegre y divertido.
En otros casos, la mejor opción es quitar el barniz que cubre la estructura para aclarar la pieza y terminar con una pátina suave que marque y resalte sus volúmenes y tallados.
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